¿Por qué te agitas y confundes por los problemas que te trae la vida? ¿por qué te centras en los pensamientos que te angustian al querer comprender las cosas que pasan? En lugar de hacer eso, cierra los ojos de tu alma y en paz dime: "DIVINO NIÑO JESÚS, EN TI CONFIO," déjame controlar todas tus cosas y estas irán tornándose mejor.
Entrégate a Mí con absoluta confianza, y deja tu futuro en mis manos. Si te entregas totalmente a Mí, todas las cosas serán resueltas con tranquilidad, de acuerdo a mis planes. No arruines mis planes tratando de imponer tus ideas, déjame ser tu Dios y actuar libremente en tu vida.
Cuántas veces no nos hemos sentido confundidos y agitados por los problemas de la vida que nos enfocamos solamente en tratar de razonar el porqué de las cosas. Buscamos desesperadamente una solución a nuestros problemas, haciéndolo a nuestra manera y olvidando quien es el único que realmente puede ayudarnos a sobrellevar nuestras cargas.
Dios en Su infinito amor nos regaló a Su único Hijo Jesucristo para traer Su luz a un mundo necesitado de misericordia. Tanto nos ama el Señor, que se hizo hombre y nació como todos nosotros del vientre de una mujer, María, Madre de Dios. Por el misterio de la Encarnación, Jesús se hizo niño para vivir entre nosotros con un corazón noble y obediente siguiendo los designios de Dios para enseñarnos el camino hacia el Padre Celestial. No nos exige que seamos perfectos, sino que nos invita a esforzarnos por ser mejores cada día dominando nuestro orgullo y cambiando nuestro modo equivocado de pensar y actuar. De esta manera, al reconocer con un corazón humilde nuestros pecados y al seguir el modelo de obediencia que nos enseña a través del Divino Niño, Dios nos ofrece Su incondicional amor y Su perdón.
Oraciones al Divino Niño Jesús
Tengo mil dificultades: ayúdame.
De los enemigos del alma: sálvame.
En mis desaciertos: ilumíname.
Ante mis dudas y penas: confórtame.
En mis soledades: acompáñame.
En mis enfermedades: fortaléceme.
Cuando me desprecien: anímame.
En las tentaciones: defiéndeme.
En las horas difíciles: consuélame.
Con tu corazón paternal: ámame.
Con tu inmenso poder: protégeme.
Y en tus brazos al expirar: recíbeme.
Amén
¡Bendíceme Divino Niño Jesús! Y ruega por mí sin cesar,
aleja de mí el pecado hoy y en todo momento, si tropiezo, tiende tu mano hacia mí.
Si cien veces caigo, cien veces levántame, si yo te olvido, tú no te olvides de mí.
Si me dejas Divino Niño, ¿Que será de mí? En los peligros del mundo, asísteme.
Quiero siempre vivir y morir bajo tu mano, quiero que mi vida te haga sonreír,
mírame con compasión, ¡No me dejes Jesús mío! y, al final, recíbeme y llévame junto a Ti Divino Niño Jesús, que tu bendición nos acompañe siempre.
Amén
Divino Niño Jesús Dios de mi corazón y modelo de mi conducta,
estate siempre conmigo para separarme del mal y hacerme semejante a Ti,
haciendo que crezca en sabiduría y gracia delante de Dios y de los hombres.
¡Oh dulce y pequeño Niño Jesús, yo te amaré siempre con todo mi corazón!
Divino Niño Jesús, Bendícenos Divino Niño Jesús, escúchanos Divino Niño Jesús, Óyenos.
Amén

Enviar por correo electrónico a un amigo
¨Confía en mí¨
Wednesday, June 29, 2022
Enviar por correo electrónico a un amigo