
El mensaje de la Divina Misericordia, como fue revelado a Santa Faustina en los años 1930, emite su luz en la naturaleza de Dios como el Padre Misericordioso. Este mensaje llama al mundo a confiar en Jesús, a recibir Su misericordia, y a compartir esa misericordia con el mundo entero a través de nuestras acciones. El Papa Juan Pablo II creyó que este mensaje era particularmente apropiado para nuestros tiempos.
En su homilía, el Papa Benedicto XVI enlazó el congreso con el Pontificado del Papa Juan Pablo II, conocido como "El Gran Papa de la Misericordia," quien promovió incansablemente el mensaje de la misericordia de Dios y quien de igual manera canonizó a Santa Faustina.
"En verdad, sólo la Divina Misericordia es capaz de eliminar el mal; sólo el amor todopoderoso de Dios puede sobrellevar la arrogancia del malvado, y el poder destructivo del egoísmo y el odio," dijo el Santo Padre en su homilía.
La Misa inicial fue celebrada por el alma del Siervo de Dios Juan Pablo II, en el tercer aniversario de la muerte del Pontífice polaco. "El Papa Juan Pablo II experimento personalmente las inmensas tragedias del siglo XX, y por un largo tiempo se preguntó así mismo que podía contener la ola del mal. La respuesta no pudo ser otra que el amor a Dios," dijo el Santo Papa.
El Padre Serafín Michalenko, MIC, quien sirvió como vise-postulador para la causa de canonización de Santa Faustina, dijo que la Misa era "increíble", no sólo porque reflejaba la exhortación del Papa Juan Pablo de que la Divina Misericordia es el mensaje para nuestros tiempos, sino porque mucha gente en la plaza estaba claramente compartiendo el mismo amor de Santa Faustina.
La Divina Misericordia en la sagrada liturgia se llevó a cabo el 4 de abril, mientras el Cardenal de Nigeria Francis Arinze presentó reflexiones a los delegados en la Basílica San Juan de Letrán. "El profundo y consolador misterio de la misericordia de Dios se impregna en el público alabador de la Iglesia" dijo el "liturgista en mando" del Vaticano. "La sagrada liturgia canta página tras página las maravillas del amor divino que se muestra a si mismo como la misericordia."
La muerte no puede ganar
El Cardenal Arinze siguió la manifestación de la Divina Misericordia a través de la historia, remontándose hasta el pecado original. Después de que el hombre había perdido la amistad de Dios a través de la desobediencia, Dios sin embargo "continuamente ayudó al hombre a buscarlo y a encontrarlo."
Una y otra vez, el Padre ofreció al hombre un convenio, a quien "no abandonó al poder de la muerte." La Divina Misericordia continúa el cuidado de Dios por Sus hijos hoy en día, alcanzando a las personas de una manera especial a través de la Santa Liturgia, dijo el Cardenal Arinze.
"Jesucristo, es la manifestación del amor misericordioso y salvador de Dios para la humanidad, hizo el trabajo de nuestra redención," dijo el Cardenal. "El instituyó Su Iglesia y le confió la predicación de su Evangelio y la celebración de sus misterios salvadores. Jesús entonces envió a Su Iglesia a ejercer el trabajo de la salvación por medio del sacrificio y de los sacramentos, en lo cual la vida de la liturgia se centra." La liturgia, es la manera principal por la cual los católicos reciben la Divina Misericordia y la gracia. En la liturgia, "Dios nos alimenta con Su palabra, Su perdón, Su misericordia, y Su vida."
Misericordia Sacramental
Bautismo: el Bautismo, dijo el Cardenal Arinze, "sumerge a las personas en el misterio pascual de Cristo." Este sacramento nos concede la adopción espiritual como hijos de Dios.
Confirmación: Este es el sacramento de la "terminación," dijo el Cardenal. Los que se confirman en la fe "se unifican más perfectamente a la Iglesia y están enriquecidos por una fortaleza del Espíritu Santo."
Eucaristía: La Comunión provee la "fuente y ápice de la vida cristiana," dijo el Cardenal. "Jesús nos alimenta con Su Cuerpo y Sangre y se mantiene con nosotros en el tabernáculo, esos son maravillosas manifestaciones de Su misericordia y amor."
Reconciliación: El Cardenal Arinze llamó el sacramento de la Penitencia un medio que trae "el perdón de Dios por las ofensas cometidas en contra de El. Los pecadores están al mismo tiempo reconciliados con la Iglesia, la cual ellos han herido con sus pecados."
Unción de los enfermos: Aquí el Cardenal señaló que "la Iglesia elogia a los enfermos y los exhorta a que se asocien con la pasión y muerte de Cristo." Esto es misericordia.
Santas vocaciones: Aquellos que siguen su vocación y entran a la vida religiosa son literalmente los ministros designados por el amor y la misericordia de Dios, dijo el Cardenal.
Matrimonio: "Los esposos cristianos," dijo el Cardenal, "reciben la gracia para ayudarse mutualmente a alcanzar la santidad." El dijo que no había un ejemplo más grande de amistad y amor misericordioso, ya que el corazón del matrimonio es atender más al otro que a uno mismo.