Dios es la luz del mundo

Rápidamente se acerca la Navidad, una época de júbilo donde celebramos la luz que Dios trajo a Su pueblo a través de Su Hijo. Él nos dijo:

"Yo soy la luz del mundo, el que me sigue, tendrá la luz que le da vida, y nunca andará en la oscuridad" (Juan 8, 12).

Lamentablemente vivimos en un mundo materialista y nos enfocamos en el bullicio y el ajetreo de las fiestas. Nos sumergimos en el consumismo, dejando a un lado nuestro compromiso con Cristo de mantener encendida Su luz en nuestras vidas.

Los sacerdotes han sido elegidos como instrumentos de Cristo en la tierra para guiarnos en los momentos de oscuridad. Con las palabras del evangelio, Dios Mismo habla a la humanidad para mostrarnos Su amor y Su infinita Misericordia. Los sacerdotes han sido llamados por Dios a transmitir Su palabra y encender Su luz en nuestro mundo necesitado.

Asimismo, todos estamos llamados a encender el fuego del amor de Cristo y a llevar Su mensaje de misericordia. Irradiemos en nuestros corazones Su luz salvadora que tanto necesitamos en estos tiempos de dificultad.

En esta temporada de reflexión y oración, únase a los Marianos espiritualmente mientras esperamos con alegría el nacimiento de Cristo. Seamos al igual que los sacerdotes, instrumentos de Dios para que irradiemos en nuestros corazones Su luz y llevemos Su palabra a tantas personas necesitadas de oración.

Que la luz de Dios Todopoderoso brille en su corazón y lo colme siempre de Su misericordia.

You might also like...

Este 12 de diciembre del 2024, estaremos festejando a Nuestra Santísima Virgen de Guadalupe, aquí en el Santuario Nacional de la Divina Misericordia. Tendremos el hermoso regalo de la visita de Nuestra Señora de Guadalupe Misionera.

Cada 11 de febrero la Iglesia Católica celebra la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, advocación Mariana cuyo origen se remonta a las apariciones de la Madre de Dios a Santa Bernardita en 1858, en Francia. 

La celebración del Miércoles de Ceniza nos invita hoy a una profunda revisión de nuestra vida, de nuestras actitudes y criterios de comportamiento; a iniciar un serio proceso de conversión y de purificación. Cuaresma es un tiempo de gracia que Dios nos concede como un regalo.