
Teniendo a la Divina Misericordia como tema de su papado, el Papa Juan Pablo II trabajó incansablemente para llevar a cabo la misión que Jesús le dio a Santa Faustina, cuando Él le entrego Su mensaje de misericordia para toda la humanidad.
Este es un sueño de utopía, pero con un giro que lo separa de otros intentos en donde anteriormente se ha tratado de crear un paraíso en la tierra. Pero a diferencia de otros escenarios utópicos, la simplicidad es lo que caracteriza la creencia de una posibilidad para una nueva comunidad abundante en amor y paz.
Llevando a cabo la declaración de Dios, es un sueño que ha involucrado a los Marianos de la Inmaculada Concepción por más de 60 años, con varios altibajos a lo largo del camino. Ahora, "el tiempo" está sobre nosotros.
El sueño del Papa Juan Pablo II comenzará a realizarse el miércoles 2 de abril del 2008, tres años después del día de su muerte. En ese día el Congreso de la Misericordia comenzará en Roma, con el Papa Benedicto XVI presidiendo. La Misericordia será tan fuerte como los rayos del sol y se esparcirá con una luminosidad que se asemeja a la luna en una noche estrellada, pero ¿será suficiente?
En los siguiente cuatro días, culminando con una Misa en la Catedral de San Pablo el domingo 6 de abril, miles de religiosos, católicos, cristianos, no cristianos, e incluso no creyentes se sumergirán en una "Divina Misericordia Intensiva", entre oradores, música, arte, teatro, trabajos de misericordia, y por supuesto mucha oración. Como nunca se había visto antes, la Divina Misericordia formará parte de una monumental estrategia de la iglesia, quien representa al igual que sus miembros, el Cuerpo Místico de Cristo.
Los primeros frutos
¿Por qué la Divina Misericordia y Juan Pablo II se han enfocado en llevar la misericordia a los corazones de la humanidad?
El Padre Serafín Michalenko, MIC, director de la Asociación de Auxiliares Marianos señala la conexión: "La Divina Misericordia es una doctrina que nos recuerda de una manera la verdad olvidada del infinito y misericordioso amor de Dios para los hombres."
¿Qué fue lo que Jesús le dijo a una simple monja sin educación? Él le reveló: "Prepararás al mundo para Mi última venida" (Diario 429).
¿Qué hace que las revelaciones de la Divina Misericordia sean únicas? Después de todo, encontramos la misericordia de Dios a lo largo de las Escrituras, desde el Jardín del Edén hasta la Apocalipsis. La diferencia acerca de la Divina Misericordia es el énfasis a los atributos misericordioso de Dios, un entendimiento de la misericordia en nuestra era y extiende esa misericordia a todas las personas.
El movimiento de la Divina Misericordia destaca la misma misericordia que ha estado presente desde el principio de los tiempos, pero lo hace de una manera única a nuestros tiempos. Este movimiento enseña nuevas formas de devoción, pero más que esto, fomenta iniciativas en las que los apóstoles, a través de la humildad y la confianza, comparten la misericordia en palabras y hechos con el prójimo.
¿Y quien es nuestro prójimo? cuando le preguntaron a Jesús, Él respondió con la parábola del buen samaritano (Lucas 10, 29-37) definiendo "prójimo" como cualquier persona que necesite nuestra ayuda.
Ahora podemos comenzar a ver el plan divino desarrollándose. El Papa Juan Pablo II, la "chispa" de Polonia, promovió incansablemente a la Divina Misericordia por más de un siglo. También podemos ver los avances de este plan a través de su sucesor.
El Papa Benedicto XVI ha hecho varias declaraciones de la importancia de la Divina Misericordia. Por ejemplo, el Domingo de la Divina Misericordia, el 23 de abril del 2006, él se refirió a la encíclica de su predecesor, Dives in Misericordia ("Rico en Misericordia") y a la dedicación de Juan Pablo II en el nuevo Santuario de la Divina Misericordia en Cracovia. El Papa Benedicto también ha hablado muchas veces acerca del "misterio de la Divina Misericordia" como un componente esencial de la fe cristiana.
A través de su entusiasmo y su apoyo para el Congreso Mundial de la Misericordia, especialmente con su participación en la Misa y catequesis, el Papa Benedicto continua con la tarea que le fue dada a Santa Faustina por Jesús y con la realización del sueño de misericordia del Papa Juan Pablo.
Si el Congreso Apostólico Mundial de la Misericordia es exitoso, la humanidad eventualmente tendrá un cambio radical para bien, un amor que aliviará las pandémicas de la guerra, el calentamiento global y otras miserias humanas.
¿Aceptará la humanidad este precioso regalo? Tal vez no tengamos otra oportunidad.