
Dios nos regaló poder escuchar testimonios de la obra de Dios, por medio de la devoción a la Misericordia, de parte de Francia, Polonia, Argentina y Brasil. Especialmente destacado fue el de la Hermana Marie Pierre, muy conocida por haber sido curada de la avanzada enfermedad de Parkinson. Ese fue el milagro constatado por el cual se beatificó a Juan Pablo II.
Otro momento que permancerá por siempre en nuestra memoria fue la oración ecuménica que hicimos en el centro de Wadowice (ciudad natal de Karol Wowjtila) pidiendo por la misericordia y por la paz del mundo entero.