Vamos a desenmascarar al verdadero 'Halloween'

El 1ro de noviembre celebramos el Día de Todos los Santos. En este día celebramos cada año a todos los fieles que han partido, cada hijo de María que ha aceptado la oferta de Jesús para la salvación y que ha vencido las tentaciones del mundo, la carne y el demonio.

El día antes, celebramos la víspera de todos los santos conocida en inglés como "All Hallows Eve" o el Halloween.
Muchos cristianos tienen varias objeciones cuando se trata de la celebración del "Halloween". Muchos de ellos están consternados sobre la manera cómo los padres disfrazan a sus hijos de brujas, fantasmas y demonios, una celebración macabra que los paganos de hoy en día tratan de apropiarse de ella. Por otro lado, muchos se preocupan por la cantidad de dulces, o los peligros que existen al permitir que los niños toquen la puerta de extraños mientras que todo el mundo se esconde detrás de un disfraz. Ellos se preocupan de que esta celebración haya llegado muy lejos.

Algunas de las preocupaciones sin duda tienen fundamentos. Sin embargo, la celebración del "Halloween" es esencialmente una fiesta católica y debería ser celebrada por los católicos.

Si disfrazar a sus hijos de brujas, fantasmas o demonios le preocupa, entonces ¡saque todos los demonios de su closet! Saque los disfraces de ángeles y santos, caballeros y princesas. Disfrace a sus hijos de señores y señores que llevan justicia y paz. Incluso, puede vestirlo como San Juan el Bautista con todo y fuente, o Santa Bárbara con un rayo, o los otros mártires en la gloria de sus heridas.

Si la celebración es muy macabra para otros, recuerde que nosotros los católicos somos miembros de una religión de reliquias y recordatorios de muertes, de capillas de huesos en Roma y España, y que la sangre de Juan Pablo II fue llevada en una procesión durante la ceremonia de su beatificación. Nosotros somos parte de una iglesia donde enterrar a los muertos es una obra de misericordia y orar por los muertos, un acto de amor. Somos parte de una iglesia que tiene una reliquia de un santo en cada altar y un sacramento en el que se come el Cuerpo de Cristo y se bebe Su Sangre.

Para todo el esfuerzo que los paganos de hoy en día han puesto en este día, recordemos que "Halloween" es realmente la vigilia del día de todos los santos. ¿Qué puede ser más católico que tener una celebración en honor de los santos de Dios? ¿Qué puede ser más festivo que celebrar con dulces? Esto nos recuerda que debemos amar y ser amados, dar y recibir, saber que la realidad de la vida es un regalo y bendición, que la vida es dulce y mejor de lo que parece ser.

¿Qué puede ser más cristiano que una noche donde nadie es extraño? Todos estamos llamados a conocer y amar a nuestro prójimo. Todos somos parte de la humanidad y nadie debería ser extraño.

Entonces, ¡celebre el "Halloween!" Celebre la vigilia de Todos los Santos con un rosario ante la imagen de Nuestra Señora, con oraciones de intercesión a los ángeles y santos. Cuente las historias de los héroes de la iglesia, los héroes del cielo y la tierra. Deje que el resto del mundo cuente sus historias de terror porque nosotros tenemos nuestras historias de santos como San José de Cupertino, el monje volador, San Padre Pio y sus milagros, San Maximiliano Kolbe, el mártir de la caridad, Santa Catalina de Siena, la guerrera de oración, Santa Hidelgarda de Bingen, la profetisa, y por supuesto la Santísima Virgen María, Reina del cielo y la tierra.

Haga de esta celebración una festividad de alegría, donde se celebra la victoria de la luz de Cristo sobre la oscuridad del mundo. Enséñeles a sus hijos de la misma manera que reciben dulces, a que compartan con sus vecinos. Reciba el espíritu de la noche, en la víspera de todos los santos, como una noche de caridad, buen humor, alegría y luz.

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