
La Iglesia Católica ha dedicado el mes de noviembre a la conmemoración de las almas en el purgatorio. El Catecismo de la Iglesia Católica nos dice que "Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo" (1030).
Por tal razón, la Iglesia ha honrado la memoria de los que han fallecido con oraciones de intercesión por ellos. La Santa Misa es considerada la manera más eficaz de ayudar a las almas que sufren en el purgatorio. La Santa Misa es el acto más alto de adoración y la forma más importante de oración. Así mismo, el Santo Rosario es considerado un poderoso método de intercesión por las almas, ya que no sólo les lleva alivio sino que también las indulgencias asociadas con esta oración nos conceden grandes méritos a todos nosotros.
Muchas almas se le aparecieron a Santa Faustina suplicándole oraciones y Misas por ellos para aliviar su dolor (vea el Diario de Santa Faustina, 21).
Rezar la Coronilla a la Divina Misericordia, una oración la cual Nuestro Señor le animó a Santa Faustina a rezar, también es de tremenda ayuda para estas almas. Jesús incluso le dijo a ella: "Hija Mía, anima a las almas a rezar la coronilla que te he dado. A quienes recen esta coronilla, Me complazco en darles lo que Me pidan. Cuando la recen los pecadores empedernidos, colmaré sus almas de paz y la hora de su muerte será feliz" (Diario, 1541).
En la hora santa, ya sea en nuestras casas o preferiblemente ante el tabernáculo en la iglesia, también podemos ayudar a calmar el sufrimiento de las almas. En unión con Nuestro Señor ante el Santísimo Sacramento, podemos compartir el oficio de mediadores en nombre de toda la humanidad a través de nuestras oraciones de intercesión.
Imploramos la Misericordia de Dios para el mundo entero, nuestras familias, amigos, compañeros de trabajo, y para todos aquellos que buscan la paz en países que se encuentran en guerra. De igual manera, las limosnas, las indulgencias y los trabajos de penitencia como la paciencia en la adversidad, si los ofrecemos por las almas en el purgatorio, son de gran ayuda. Incluso, ser parte de un ministerio por las almas del purgatorio es algo que todos podemos cumplir.
Algunas familias sienten la gran necesidad de perdonar a sus seres que han fallecido. Esto ocurre especialmente con aquellos que han tomado su propia vida. Tal vez algunos se han sentido abandonados por sus seres queridos que han partido y necesitan oraciones para poder liberarse de este sentimiento. También hay otros que fueron heridos por alguien que ya partió, y Nuestro Señor nos pide que los perdonemos para que así puedan descansar en paz.
Al orar y hacer sacrificios por las Benditas Almas del purgatorio, tenemos el privilegio de acortar su estadía en el purgatorio y así, reunirse con nuestro Salvador Misericordioso.
Dales Señor el descanso eterno, y brille para ellos la luz perpetua. Que las almas de todos los fieles que han partido, a través de la Misericordia de Dios, descansen en paz. Amén.