
Fred Berretta, es un banquero que se encontraba en un viaje de negocios en Nueva York. Después de haberse registrado en el hotel, tuvo 20 minutos de descanso antes de reunirse con sus colegas.
Por alguna razón él decidió limpiar su portafolios, algo que no había hecho en mucho tiempo. Mientras lo limpiaba, él se encontró un libro que había guardado hacía varios años sobre cómo rezar la Coronilla a la Divina Misericordia. El recuerda haberla rezado unas cuantas veces hace varios años pero el 15 de enero del 2009 le ocurrió algo, entre hojas de cálculo y reportes.
Sólo dos semanas antes, Fred había hecho una resolución de año nuevo para tratar de mejorar su espiritualidad, y qué mejor oportunidad para comenzar que en su cuarto de hotel. Entonces siguió las instrucciones del libro y rezó la Coronilla, una oración que el Señor le dio a Santa Faustina Kowalska en los años 1930 durante una serie de revelaciones que han impulsado el movimiento de la Divina Misericordia.
Eran las 3 p.m., Hora de la Gran Misericordia, cuando Jesús murió en la cruz. Fred recordaría ese detalle al siguiente día, mientras se preparaba para morir. El se encontraba junto con 155 personas dentro de un avión en el Aeropuerto de LaGuardia rumbo a Charlotte, NC su ciudad natal. Noventa segundos después del despegue, el avión aparentemente fue golpeado por un grupo de gansos que hicieron que los motores explotaran y el avión perdiera el control a 3,200 pies de altura.
La aeronave no podría alcanzar ningún campo para aterrizar y comenzó a perder altitud. De pronto, todo quedo en silencio y Fred se apretó su cinturón de seguridad mientras su corazón latía fuertemente y su cara se enrojecía.
Mientras tanto, él pensaba en su familia, su esposa y sus cuatro niños pequeños. Pensaba en Dios, en la muerte, en la confianza y en la extraordinaria promesa hecha por Jesús, la cual había leído el día anterior en el libro. "Prepárense para el impacto" dijo el piloto. ¿Cuál fue la promesa? De repente recordó la última cita que había leído antes ir a su reunión, cuando Jesús le dijo a Santa Faustina "Esta es la hora de la gran misericordia. En esta hora nada le será negado al alma que lo pida por los méritos de Mi Pasión" (Diario de Santa Faustina, 1320).
Cuando se acercaban a tierra, Fred miró su reloj y eran las 3:30 p.m. ¡la Hora de la Gran Misericordia! Yo recé con profundo sentimiento y sinceridad "Dios por favor se misericordioso con nosotros" recordó Fred unas semanas después.
¿Milagro en el Río Hudson?
Usted probablemente ha escuchado acerca del accidente del Vuelo 1549 en el Río Hudson el 15 de enero, donde nadie resultó herido. Políticos y reporteros rápidamente lo llamaron "milagro en Río Hudson" ya que en la historia de la aviación ningún avión había hecho un aterrizaje de emergencia en el agua sin ninguna víctima fatal.
Fue entonces cuando las imágenes del avión de US Airways comenzaron a circular flotando en las aguas frígidas del Río Hudson. Los pasajeros se pararon en las alas del avión calmadamente, esperando a ser rescatados. En medio de una crisis económica, miles de desempleados, familias en peligro y una cultura codiciosa, este avión con sus pasajeros sirvieron de cierta manera como un curativo para restaurar la conciencia de las personas.
La historia nos hizo un nudo en la garganta, y nos hizo sentir agradecidos. ¿Agradecidos por qué? Por las buenas noticias, por el piloto Chesley Sullenberger conocido como "Sully" y por el resto de la tripulación. Agradecidos porque relució un mejor lado de la humanidad. Agradecidos de que el accidente no fue por un ataque terrorista sino aparentemente, relacionado con los gansos. Agradecidos de que un hombre como Fred Berretta de 41 años viviría para caminar nuevamente por la puerta de su casa, abrazar a su esposa e hijos y asegurarse de que ellos supieran cuánto los ama los ama, que siempre los ha amado y que siempre los amará.
¿Quién es Vinny Flynn?
Para los devotos de la Divina Misericordia, el Vuelo 1549 sirve como una prueba de que el Señor mantiene Sus promesas. Nosotros tal vez nunca hubiéramos escuchado la historia de Fred Berretta si no hubiera sido por Vinny Flynn. Después del accidente, Fred sintió la necesidad de enviar un correo electrónico de agradecimiento a Vinny, ex editor del Centro de Auxiliares Marianos en Stockbridge, Massachusetts. A pesar de que Vinny y su familia son vistos diariamente a las 3 p.m. en el canal EWTN cantando la Coronilla a la Divina Misericordia desde el Santuario Nacional de la Divina Misericordia en Stockbridge, MA, Fred nunca había escuchado el nombre de Vinny hasta dos horas antes de abordar el Vuelo 1549.
Después de sus reuniones el 15 de enero, Fred se encontró en la inusual situación de tener un tiempo libre en un viaje de negocios. Era medio día cuando él entró a la Catedral de San Patricio en Manhattan y decidió quedarse para la misa de 12 p.m. Después se dirigió a la tienda de regalos donde vio el libro "7 Secretos de la Eucaristía" escrito por Vinny y el cual tiene citas del Diario de Santa Faustina y da un profundo entendimiento sobre el misterio de la Eucaristía. Ese día Fred compró también un escapulario de San Miguel.
En una entrevista con thedivinemercy.org, Fred explicó lo que pasó después:
"Tomé un taxi y fui al aeropuerto," dijo. "Mi vuelo estaba atrasado 15 minutos entonces comencé a leer el libro de Vinny. Abordé el avión y continué leyendo hasta que despegamos, luego guardé el libro, cerré los ojos y comencé a reflexionar sobre lo que estaba leyendo. Entonces sentí el impacto, hubo una explosión y el avión comenzó a sacudirse violentamente. Yo estaba sentado en la silla 16A la cual está detrás de una de las alas. Podía ver el humo salir del motor izquierdo y olía a gasolina." Fred, quien es también piloto privado, se dio cuenta de que el segundo motor no estaba funcionando y se puso tenso al igual que el resto de pasajeros. "Escuchamos gritos que venían de la cabina. Nos miramos unos a otros pero no decíamos nada, lo único que podíamos hacer era rezar."
Una resolución
Otras de las cosas que él se había dado cuenta era que la aeronave de 73 toneladas estaba cayendo en una de las regiones más pobladas de la nación. Muy pronto caería en algún lado a una velocidad de 120 mph. Las probabilidades de supervivencia eran casi nulas.
El pensó en su familia, cómo su muerte sería muy difícil para ellos, y definitivamente la parte más dolorosa en esta experiencia fue su preocupación por su familia. También pensó en todas las cosas que le impidieron crecer en su fe durante todo este tiempo y llegó a una conclusión: confianza, la cual él nunca había tenido.
Alguna vez en su vida confió en que el dinero le traería tranquilidad y seguridad. Y no fue precisamente este vuelo lo que cambió su forma de pensar sino algo que sucedió el año pasado. La economía empezó a decaer, y con eso todos los ahorros de Fred de los últimos 20 años.
Cuando llegó la Navidad, él mismo se describe como un "católico a medias" quien sabía en su corazón que la única seguridad en el mundo es la seguridad que se encuentra en Dios. Así hizo una resolución en año nuevo, que lo llevó a rezar la Coronilla en un cuarto de hotel, que lo llevó a comprar el libro de Vinny y que lo llevó a cerrar sus ojos en la silla 16A. Reflexionó sobre cómo Dios es real, El nos ama y quiere que volvamos a El con confianza. Eso es exactamente lo que Fred hizo cuando de repente se dio cuenta que era la Hora de la Gran Misericordia y que probablemente moriría en cuestión de segundos.
Por primera vez él verdaderamente confió. El avión se estaba cayendo, él admite que estaba en estado de shock pero después dice que sintió una profunda paz. Dios le permitió encontrar el libro de la Divina Misericordia en su portafolios y Dios mismo lo había guiado hasta el libro de Vinny Flynn. El pensó que Dios había hecho todo esto para prepararlo para morir. Se recogió en su silla para esperar el impacto y rogó a Dios por Su misericordia. Luego rezó dos Ave Marías y un Padre Nuestro y mientras rezaba la oración a San Miguel Arcángel, el avión chocó en el agua y comenzó a hundirse como un juguete de niños en una piscina.
Verdadera Paz
"En la situación más precaria que podría imaginarme" dice Fred, "Dios me enseñó la paz verdadera, la cual se encuentra cuando se acepta Su voluntad. Eso es lo que debemos hacer en esta vida y no preocuparnos por cosas insignificantes, sino que entregarnos totalmente a Dios."
Otra cosa que cabe mencionar, unas semanas antes del vuelo, Fred había rezado el Rosario por primera vez en muchos años. Recientemente, había aprendido sobre las 15 promesas dadas por la Virgen María a Santo Domingo y al Beato Alano, sobre todos aquellos que rezaran fervientemente el Rosario.
Fred recuerda que en ese momento pensó "¿son esas promesas verdaderas?" Ahora él siente que ha recibido la respuesta. "Yo todavía tengo mi tiquete de abordaje de ese vuelo" dijo Fred, "y me di cuenta que el número 15 está asociado con ese vuelo. Partimos el 15 de enero, de la salida 15, era el vuelo 1549 y tenía 155 pasajeros. También me di cuenta que habíamos despegado a las 15 horas, tiempo militar y el que es usado en el mundo de la aviación. Me sonreí cuando por fin caí en cuenta, ¡ahí estaba mi respuesta!"
El estaba comprometido a recibir la Eucaristía gracias a Vinny, el Santo Rosario gracias a todos esos números 15; y la Coronilla a la Divina Misericordia gracias al libro. Dios estaba haciendo algo más que prepararlo para su muerte: Dios lo estaba preparando para la vida.